¿Sabías que?
En los años 80 el epidemiólogo David J. Barker, comenzó a observar como la incidencia de algunas enfermedades que se daban en la edad adulta se relacionaban con la calidad del ambiente intrauterino en el que el feto que se había estado desarrollando durante la gestación. Siendo este hecho conocido como la hipótesis de Barker. Así pues, Barker sostuvo que lo que pase en las primeras etapas de la vida, va a condicionar en gran medida el resto de la vida.
Un claro ejemplo de esto, fue el famoso invierno de Holanda (1944-1945) conocido como “el invierno del hambre”, donde se observó cómo le afectó la hambruna a los bebes que estaban en el vientre de sus madres durante el invierno del hambre, encontrándose, por ejemplo, que tuvieron un elevado riesgo de desarrollar enfermedades como: cardiopatías, obesidad, problemas mentales o cáncer, durante la edad adulta.
Influencia de la dieta en el embarazo
Recientemente, se publicó una revisión sistemática (Gete y Col, British Journal of Nutrition 123 (2019): 446 - 461.) donde se observó de qué manera afectaban distintas dietas seguidas por mujeres embarazadas sobre distintas variables relacionadas con el bebé y el momento del parto. Así pues, para la reducción del riesgo del parto pre termino o prematuro, se encontró que las mejores dietas eran aquellas donde se consumía preferentemente pescado, cereales integrales, frutas, verduras y productos lácteos. Mientas que las que estaban basadas en azúcares, grasas saturadas y comida rápida, incrementaron el riesgo de parto prematuro.
Respecto del tamaño al nacer, las dietas que mostraron tener mayores beneficios, fueron donde se consumía preferentemente pescado, mariscos, legumbres, frutas, verduras y productos lácteos.
Consumo de cafeína
Mientras tanto, en un metaanálisis (Feng Jin y Col, International Jorunal of Obesity 45 (2021): 279-287) en el que se incluyeron más de 100 mil mujeres embarazadas, se encontró que las mujeres embarazadas que consumieron café durante el embarazo tuvieron hasta un 33% mayor riesgo de dar a luz a un bebé con bajo peso al nacer y un 39% mayor riesgo de que ese bebé tuviera sobre peso u obesidad en la edad preescolar en comparación con las mujeres que no tomaron café. Además, por cada 100 mg de cafeína, que es la cantidad promedio que contiene una taza de café, el riesgo de bajo peso al nacer y obesidad infantil incrementó un 7% y un 31 % respectivamente.
Ingesta de azúcar
Otro elemento critico a tomar en cuenta, es el azúcar, ya que este va a perjudicar al deterioro cognitivo del bebé. Por otro lado, las mujeres con hiperglucemia durante el embarazo, tienen mayor riesgo de tener hijos con obesidad durante la infancia que las que no tienen hiperglucemia. Siendo las mujeres con diabetes gestacional y obesidad, las que mayores riesgos tienen de tener hijos con obesidad. En definitiva, debemos de ser consientes de que hay que evitar a toda costa el consumo de cafeína y azúcar durante el embarazo.
Por consiguiente, resulta de crucial importancia que la madre sea consciente sobre los potenciales riesgos que el sobre peso y la obesidad implican para el bebé, pues se ha visto que el exceso de peso está fuertemente asociado a problemas neurocognitivos como el trastorno del espectro autista, obesidad infantil, problemas cardiovasculares, deterioro de la función inmune, lo que conlleva a una mayor susceptibilidad a las infecciones y problemas respiratorios como el asma.
Comments